¡Buenos días a todos!

Me despojo del pudor de contar ciertas intimidades del alma, porque creo que vale la pena compartirlas con todos vosotros.

Aquí empieza esta aventura. Si hay años en la vida que son excelentes, sin duda 2017 está siendo uno de ellos. Para conseguir este resultado, la vida me ha puesto en este trayecto del camino, entre otras, a las personas que aparecen en esta imagen, igualmente excelentes en todos los sentidos.

Este post va dedicado a ellos. Si supieran los sentimientos que despiertan en mí, se emocionarían; como yo me emociono cuando pienso en ellos y en los divertidos momentos que hemos vivido juntos.

Escribo estas líneas en pleno mes de julio en Santiago de Chile donde estoy pasando, junto a mi hijo Carlos, uno de los mejores veranos de mi vida, aunque aquí estamos en invierno.

Estoy trabajando, llena de amor, para dar mi formato personal a este blog, que en realidad nació en Madrid. Fue Julio (en el extremo inferior derecho de la foto) el promotor de que este proyecto se hiciera realidad. Estuvo todo el curso insistiéndome en que la información que les estaba aportando a través mis clases de Interiorismo y Gastronomía debía de ver la luz pública. Como yo andaba muy escasa de tiempo para crear un blog, se ofreció para ayudarme en las vacaciones de verano. Lo que no me podía imaginar es que había conquistado al resto del grupo para entregarme en la fiesta de fin de curso, entre otros, este regalo creado con el cariño, aportaciones, esfuerzo y entusiasmo de todos y con todo el contenido del curso.

Jose, Ana, Elena J., Ángel, María, Hernan, Julio, Raúl, Elena W., Elena L., Ronald y Cris: no sé si seré capaz de equilibrar la balanza del agradecimiento con vosotros en esta vida, o voy a necesitar varias. Os aseguro que si tuviera que hacer una lista con los 10 mejores regalos recibidos en toda mi vida, este blog estaría situado en un puesto muy alto de ese ranking. ¡GRACIAS!

Nos vemos a todas horas en nuestros corazones.

Que os cunda mucho el trabajo y disfrutéis de vuestro tiempo, hagáis lo que hagáis.

Un abrazo,

Cira